La niña desahuciada que alberga mi espalda
Criatura indescifrable que visto
Necrótica de llantos
Morada de olvidos
Álgida de afanes
Fatigada de
espantos
Sus corneas se congelaron en lugar de progresar
Con el temple
perdido en el río de su fuga
No mueras niña sin exhalar tu tragedia
Escarchada está la barca de tu retorno
El sol hará lo suyo para estrecharte
Mientras nos persigue la travesía
Habrá que alcanzar con ímpetu el recorrido
Amárrate a mis hombros
No dejes de empuñar tus alientos
No te vayas sin balbucear tus desasosiegos
Te dejo dormitar en mi nuca
Te dejo sospechar tu ineludible muerte
Te dejo emigrar sin esqueleto
Te dejo desmantelar mis histerias
Me diste y me quitaste
Me hiciste y me fragmentaste
Nunca más nos hallaremos
Ni llorando, ni riendo, ni escapando
Muchacha taciturna
Ya no te quejas de nada
Agónica cantas tu réquiem en mi oído
Arrójate al charco
Tus amigos, los sapos, te aguardan
Con flor de loto hicieron tu diadema
Para cuando te sumerjas pálida
Para cuando te vayas a juntar con los búhos
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