Desde el fondo de un sueño escuché un “te amo”.
Era el eco invisible de una voz profunda.
Declaración fantasmal de aquel laberinto,
desconocido, franco y misterioso.
Tan rotundo taladró en el esqueleto de mi ser
Tan lúcido se fundió en mi carne
Que pude experimentarme viva y sintiendo,
Toda la emoción de aquel soplo extravagante, mágico, sigiloso.
Cuando el cuerpo se entrega
Y el alma se escapa a bailar con los astros
Navegantes del firmamento.
Gracias, a quién me haya amado en ese astral momento.
Bendita seas siempre, amada mujer.
ResponderEliminarfuiste tú?
ResponderEliminarNo, pues, ni se como hacerlo, solo se que siento amor por ti y te respeto por muchísimas cosas. Estoy feliz, estoy en dualidad con una hermosa que nos hemos escogido en amor y para crecer, estoy bien agradecido con la vida por compartir contigo, feliz por que me abristes muchas puertas que decidí cruzar y me llevó al sagrado movimiento, a servile a la vida, a conocer a más guerreras y guerreros de paz, nos estamos purificando, confiando para un hermoso vivir. Tengo esperanzas y deseo millones de amores para ti, deseo te sean entregados los regalos de la vida. Si Dios o gran espíritu lo permite volvernos abrazar sería algo muy bello. Sigo mi camino, y siempre pido por ti, amandote es la mejor medicina que existe, me entrego a ese gran misterio. Gracias Caro. Bendiciones.
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