Estoy al borde de la cuchilla filosa del amor
Desde esta vereda te miro y lloro
Lloro de la tristeza de no tener nada con vos
Al otro lado tú, con tu cara llena de sonrisas, me dices:
...amor...
Llego a tocar tu puerta decidida a mandarte al carajo
Tus ojos me penetran las corneas y sólo puedo hacer un gesto…
Acercar mi boca a la tuya y meter mi lengua en la profundidad de tu
sombra
Desde ese rincón húmedo resuena la disipada caricia que me hace ser tuya
Despierto y lloro por tener que dejarte
Abandonamos la cama y todo vuelve a la normalidad
Amar sólo los sábados me hace daño
Los kilómetros son como garrotazos quemantes, punzantes del alma que dan
coraje
Si tan sólo existieran los milagros y tu aliento de verdad me
perteneciera
(En el buen sentido de la palabra)
Yo lo cuidaría y le daría lo que necesita
Le cantaría sus mantras de amor todos los días.
El amor en tiempos neoliberales se complejiza
El tú, el yo, el nosotros “queda entre comillas”
La telepatía entre dos sólo funciona en caso de tener un buen aparato
O una conexión que sea lo suficientemente merecedora
Me gusto, el amor que sólo se toca.
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