Máskaras...
incrustadas, grabadas, dibujadas,
deformes, perforadas, gastadas.
Desde ke nacemos, nos dan una,
y muchas a lo largo de nuestra vida,
cada una nos dice como ser,
como actuar, como sentir,
como mostrarnos ante los otros.
Renunciar a ella es desprenderse de lo falso,
de lo hipócrita de las enseñanzas de una sociedad vacía.
Kitarsela es amar el propio rostro lleno de cicatrices,
pero verdadero, bello, único...
lo ke nos keda de humanidad, lo ke nos hace amar. |
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