Amarse como ritual de rebeldía
amarse como si fuera un asunto mágico
amarse como si en el acto mismo
la vida se transformara un poco
como si en esos segundos de entrega infinita
pudiésemos tocar el universo
y así desgranar una estrella gorda
espolvoreando luces en la tierra
envolviendo tiernamente
el puñado de misterio que somos.