viernes, 13 de julio de 2018

Divorcio

Algún día recordaremos que estuvimos casados.
Que nos cubrimos de mantos  blancos,
que inocentes palomas nos amamos,
que la vida nos bailaba en el centro de nuestro mundo.

Algún día recordaremos que estuvimos casados.
Confundidos de si fue un sueño o una historia real,
acuerdo sinfónico de nuestras lozanas vidas,
digo, cuando seamos ancianos idos en otros viajes.

Algún día recordaremos que en un puerto naufragamos.
Que entre Tomás Ramos y Prat nos besamos,
que  aunque muchachos  embriagados,
construimos un refugio sólido llamado amor.

El tiempo pasará y cada vez los recuerdos se fugaran,
hasta que sólo nos acordemos del gato, aquél animal cósmico,
que ronroneaba entre nuestras piernas que se cruzaban
aún, después de  despedirnos en la mampara.