¿Rebeldía sin causa?
Fotografía de Nelson Arancibia, desde Valparaíso retratando el movimiento social. |
Los conflictos con el mundo adulto surgen por variadas razones y claro, el joven ya piensa por sí solo, siente más que nunca y se atreve a decir NO. La célebre frase “estas bajo mi techo” comienza a incomodar cuando las obvias ganas de conocerte en el mundo están ancladas a la decisión de otro adulto-autoridad que ve amenazante la vida de afuera porque da por hecho lo que ve en los medios de comunicación. Éstos genios de la idiotez comunicacional que están al servicio del consumo, se atreven sin mayores cuestionamientos a deformar la verdad y modelar las estructuras del pensamiento humano desde el sensacionalismo, el morbo y la apatía que hacen de la persona un objeto ridículo, falto de sentido y alejado de sus afectos más primarios.
La juventud aguerrida que en estos momentos sale a la calle en Chile, y en tantos otros puntos del planeta, está dando lecciones de valentía, de honor y solidaridad. Luchar por una causa tan universal y clave para la expansión del ser humano, como lo es el derecho a la educación es una muestra clara de consecuencia, unión y fuerza.
Así, de a poquito, las cosas van cambiando, los movimientos cobran vida y sentido cuando nos incumben, cuando sabemos que todo puede ser mejor si es que se mira a cada persona con la dignidad que se merece, con la dignidad que todos nos merecemos por el solo hecho de existir, sentir y ser en un planeta.